Paso 1: analizo mi alimentación
¿Has escuchado la frase Conócete a ti mismo? Seguro que sí, y conocernos no es tan sencillo como parece porque hay muchas cosas que hacemos sin pensar en ellas.En esta ocasión vamos a conocer nuestros hábitos alimenticios. Para ello, es necesario que te observes.
Descarga la tabla de la alimentación semanal haciendo clic aquí (formato Word) e imprímela. Llévala contigo durante una semana y toma nota de lo que comes. No intentes cambiar nada, sólo apunta: serás un investigador de ti mismo y seguramente encontrarás sorpresas.
La tabla sólo contiene registros de lunes a viernes, dejaremos de lado el fin de semana para que te sientas más libre.
Paso 2: defino mi dieta saludable
¿Ya tienes el análisis de lo que has comido en la última semana? De acuerdo, ya sabes qué tanto te has alimentado. Ahora verás si te has nutrido adecuadamente.
Con la tabla que elaboraste, deberás sacar las proporciones de cada grupo de alimentos. Ponle un 1 (uno) a cada alimento. Súmalos y ese será tu total, por ejemplo: comiste 50 alimentos, el total es 50. Ese total será tu 100%. Ordénalos por grupos de alimentos.
Puedes ayudarte viendo la tabla que aparece aquí.
Regresa al Plato del bien comer y observa que:
- 35% corresponde a los cereales y los tubérculos
- 15% a las frutas
- 15% a las verduras
- 15% a los alimentos de origen animal
- 30% a las leguminosas.
Compara con los resultados de tu análisis.
¿Qué te falta incluir?
¿Qué te sobra?
Escribe tus resultados y coméntalos con tus compañeros.
Paso 3: hago mi plan alimentario con ejercicios
Ahora que ya has reparado en lo que comes, y en la forma en la que te alimentas y te nutres, puedes hacer un plan que mejore tu vida.
Para esto, es importante que trabajes en equipos con tus compañeros.
Comenten sus resultados. ¿Se parecen?
Ahora, elaboren un plan de alimentación para que puedan mostrar a sus padres y ayudar a toda la familia.
Cuiden que el plan contenga recomendaciones que no impliquen grandes gastos económicos y que incluya alimentos que se encuentren en tu comunidad.
Pregunten a sus padres y profesores cuáles alimentos son baratos; hay mucha variedad al alcance de todos.
Pueden darse un gusto, incluir algunos dulces.
Expongan el plan al resto del grupo, pueden usar una cartulina o elaborar una presentación de diapositivas utilizando la computadora.
¡Felicidades!
Has trabajado mucho sobre la alimentación y la nutrición, y también has valorado tus propios hábitos. Esto es muy bueno, pero es importante que reflexiones para cerciorarte de tus aprendizajes.
Ahora te invitamos a responder a las siguientes preguntas, ya sea de manera individual o con los equipos que trabajaste tu proyecto.
- ¿Qué es lo qué aprendiste?
- ¿Qué fue lo que más disfrutaste?
- ¿Qué se te dificultó más?
- ¿Cuál es la principal diferencia entre nutrirse y alimentarse?
- ¿Por qué es importante cuidar nuestra buena alimentación en el periodo de la adolescencia?
Para tu análisis de la alimentación no hay resultados correctos o incorrectos, sólo te pedimos que lo valores y que reflexiones si lo hiciste bien y en qué aspectos lo podrías mejorar.
¿A qué grupo pertenecen?
Como cierre de la actividad, te invitamos a jugar. Arrastra con el ratón los alimentos a la bolsa que les corresponde: haz clic aquí para jugar (el juego abrirá en una nueva ventana).